Los primeros años
Julio cesar nació en una familia pobre pero noble era un gran abogado político general, ingeniero, historiador y sumo sacerdote de roma invento el calendario que hoy usamos.
MARK TWAIN : Escribió que julio hizo la guerra a los barbaros porque codiciaba sus tierras y deseaba conferir la bendición de la civilización a sus viudas y a sus huérfanos .Estableció el gobierno de emperadores , nació el año 100 A.C. Cesar fue elegido pontifex maximus el año 63 A .C. triunfo de roma y es elegido durante 10 años el año 46 A.C roma había sido una pequeña aldea a orillas del tiber rodeada de 7 colonias Cesar hizo todo para impedir la guerra civil, su gran enemigo fue Pompeyo y los senadores .
El padre de Cesar se caso con Aurelia , hija del cónsul cotta, mujer muy delicada a la carrera de su hijo , Cesar se crio disfrutando apenas la presencia ocasional de su padre ya que su padre era del campo de la política , el tuvo dos hermanas llamadas julias una de ellas tuvo una hija llamada Actia madre de Octavio el emperador Augusto la ley romana consideraba a la mujer incapaz de ocuparse de sus asuntos .Entre las familias más prestigiosas estaba la familia de julio cesar el sistema de clientes era el pilar de la sociedad romana .
En el año 449 A.C. los plebeyos abandonaron la ciudad al senado envió a un respetado negociador menecio Agripa dio su parábola del estomago y las extremidades y con ello los plebeyos regresaron a roma pero no antes que se diera reconocimiento oficial de sus representantes y a sus derechos .
Cesar nació y se crio en el barrio de subura el se vio rodeado de gran multitud y escucho diversas lenguas como latín, griego, arameo, galo, etc. A los 9 años Cesar celebro la ceremonia de intratio purificación para señalar su ingreso formal a la familia, Cesar se educo en su propia casa con tutores privados los tutores de cesar fueron marco Antoni grifo educado en Alejandría experto en retorica latina y griega cesar estudio las doce tablas que comprendían la legislación romana las composiciones de cesar las destruyo el emperador augusto , cesar se convirtió en jinete experto , la infancia de cesar coincidió con el periodo más turbulento conocido hasta entonces en roma los aliados itálicos lucharon con enemigos de roma .
La ley prolongado el año 18 A.C. por el cual se concedía la ciudadanía romana a todos los itálicos pero se dieron cuenta que esto no era así por los cual provoco una enemistad con roma . En el año 87 A.C. Roma se rindió a cina y a Mario confiado en su clemencia Mario tío de cesar pero la furi sangrienta de Mario despertó la furia de cinna pero mari murió o en su cama a poco después a la edad de 70 años para entonces cinna se hizo entonces todas las riendas de todo el poder en roma y trato de utilizarlas a propiciar un nuevo comenzó prolongó leyes a beneficios de nuevos ciudadanos estableció la economía y alivio la deuda de roma ya acumulada por el estado desde la guerra social durante los años de gobierno de cinna julio cesar llego a la mayoría de edad y comenzó su carrera política un de las victimas de cinna y Mario fue Cornelio merula el flamen dialis así roma se quedaba sin unos de sus cargos religiosos más importantes este flamen dialis ocupaba el puesto de por vida no podía abandonar la ciudad más que unos pocos días pero se vio que cesar que podía ocupar ese puesto así que se caso con la hija de cinna y fue presentado al senado como sumo sacerdote con solo 17 años
César era en aquella época uno de los jóvenes más corrompidos, pues consta por el testimonio de Suetonio, de Dión Casio y Actúalo, el primero de los cuales recogió las afirmaciones de Bíbulo, Marco Bruto, Cayo Mumio y Cicerón, que se le daba públicamente el vergonzoso nombre de reina de Bitinia; que después de haber aplicado a Pompeyo el título de rey en una Asamblea se dio a César el de reina; que los soldados que acompañaban el carro triunfal de César, por las victorias conseguidas en las Galias, decían en sus cantos poéticos: "César sometió las Galias y Nicomedes a César; he aquí César que triunfa por haber sometido a las Galias, y Nicomedes, que ha sometido a César, no triunfa," y que tuvo también este género de relaciones con un tal Murra. En Roma los personajes de mayor influencia y hasta las vestales pidieron a Sila que perdonase a César, y aquél, no sin resistencia, le concedió la vida, diciendo: "Vosotros lo queréis, sea; pero sabed que este joven destruirá algún día a la aristocracia, porque veo en él muchos Marios." César no regresó a Italia hasta que supo la muerte del dictador, y aprovechó el tiempo que permaneció en Asia para asistir a varias campañas militares, a las órdenes de los pretores romanos, hallándose en el sitio de Mitilene bajo el mando del pretor Termo. Ya en Roma se presentó en el foro, en el que sostuvo, sin resultado favorable, varias acusaciones, en una de las que tuvo por adversario al célebre Hortensio. Durante algún tiempo observó la actitud de los partidos, buscando la ocasión oportuna de aumentar su importancia política en medio de los disturbios públicos y de las luchas de opuestas facciones. Luego, para perfeccionarse en la elocuencia, marchó a Rodas, a fin de recibir las lecciones del retórico Apolonio Molón. En el camino fue hecho prisionero por unos piratas, que le exigieron un rescate de veinte talentos (unas ciento cuatro mil trescientas pesetas). Cesar elevó esta suma hasta la cantidad de cincuenta talentos, pero anunciando a los piratas que les castigaría crucificándolos a todos. Y así sucedió en efecto, pues una vez en libertad César armó algunas naves, persiguió a los piratas, prendió a varios de éstos y los hizo morir en la cruz, pasando en seguida a Rodas. Encontrábase en esta isla cuando Mitrídates, rey del Ponto, atacó las provincias aliadas de Roma. César se trasladó al continente, juntó tropas, y, aunque no tenía misión alguna, combatió y rechazó la invasión del poderoso rey del Ponto. De vuelta en Roma (74 años antes de J. C.), cuando acababa de ser elegido individuo del Colegio de los Pontífices, buscó el favor popular por hábiles adulaciones y repartos abundantes.
Elocuente, audaz, disoluto, pródigo hasta la locura, gastaba sin medida y contraía deudas inmensas, para cuya satisfacción no tenía otros recursos que los de la guerra civil y las revoluciones. Desarrolláronse entonces sus sentimientos, o mejor, sus cálculos democráticos; quiso ser el primero en su patria, y como en el partido de la aristocracia hubiese hallado muchos rivales, prefirió abrazar la causa del pueblo, confiando en que éste sería dócil instrumento de sus planes. Sucesivamente fue nombrado tribuno militar, cuestor y edil; explotó el amor del pueblo y de los soldados al recuerdo de Mario, cuya estatua volvió a colocar en el Capitolio; apoyó a Pompeyo para que se restituyese a los tribunos de la plebe todos los derechos de que les privó Sila, y encaminó todos sus actos a favorecer las pasiones populares que mortificaban al Senado y a la aristocracia. Distribuciones, juegos, luchas de gladiadores o de animales, banquetes públicos, todo lo prodigó para aumentar su partido, y de este modo obtuvo el nombramiento de Soberano Pontífice, a pesar de sus costumbres y de sus ideas próximas al ateísmo. No mucho después fue elegido cuestor provincial y enviado a España (69). Pretor en los momentos en que la conjuración de Catilina era descubierta, culpósele de complicidad en ella. No pudieron, sin embargo, sus enemigos encontrar quien le delatara; pero las sospechas contra él crecieron cuando en el Senado pronunció una arenga muy elocuente, defendiendo que los partidarios de Catilina no podían ser ejecutados como reos de lesa nación, porque las leyes prohibían dar muerte a un romano. Todos los senadores le aplaudieron; mas el severo Catón habló en sentido inverso, y el Senado aceptó la opinión de este último, trocándose en censuras los elogios antes prodigados a César.
Elocuente, audaz, disoluto, pródigo hasta la locura, gastaba sin medida y contraía deudas inmensas, para cuya satisfacción no tenía otros recursos que los de la guerra civil y las revoluciones. Desarrolláronse entonces sus sentimientos, o mejor, sus cálculos democráticos; quiso ser el primero en su patria, y como en el partido de la aristocracia hubiese hallado muchos rivales, prefirió abrazar la causa del pueblo, confiando en que éste sería dócil instrumento de sus planes. Sucesivamente fue nombrado tribuno militar, cuestor y edil; explotó el amor del pueblo y de los soldados al recuerdo de Mario, cuya estatua volvió a colocar en el Capitolio; apoyó a Pompeyo para que se restituyese a los tribunos de la plebe todos los derechos de que les privó Sila, y encaminó todos sus actos a favorecer las pasiones populares que mortificaban al Senado y a la aristocracia. Distribuciones, juegos, luchas de gladiadores o de animales, banquetes públicos, todo lo prodigó para aumentar su partido, y de este modo obtuvo el nombramiento de Soberano Pontífice, a pesar de sus costumbres y de sus ideas próximas al ateísmo. No mucho después fue elegido cuestor provincial y enviado a España (69). Pretor en los momentos en que la conjuración de Catilina era descubierta, culpósele de complicidad en ella. No pudieron, sin embargo, sus enemigos encontrar quien le delatara; pero las sospechas contra él crecieron cuando en el Senado pronunció una arenga muy elocuente, defendiendo que los partidarios de Catilina no podían ser ejecutados como reos de lesa nación, porque las leyes prohibían dar muerte a un romano. Todos los senadores le aplaudieron; mas el severo Catón habló en sentido inverso, y el Senado aceptó la opinión de este último, trocándose en censuras los elogios antes prodigados a César.
Uno de los senadores se ofreció a probar que César había estado en connivencia con Catilina; pero Cicerón rechazó esta propuesta, temiendo que el mucho crédito de que disfrutaba César pudiera salvar a los demás conspiradores y dar el triunfo a Catilina. Disuelto el Senado vio Cicerón que los caballeros que estaban de guardia le miraban fijamente, con la punta de sus espadas vuelta contra César; esperando que les hiciera alguna señal para matarle. Cicerón les indicó con sus miradas muy significativas que le dejaran salir sin ofenderle, persuadido de que un acto tan ilegal y alevoso perjudicaría a la causa de la República. Durante la pretura de César un joven patricio corrompido, Publio Clodio, se introdujo por la noche, disfrazado de mujer, en casa del pretor (mientras se celebraban las fiestas de la Buena Diosa) con el propósito de acercarse a Pompeya, esposa de César e hija de Pompeyo Rufo y de acuerdo con ella. Descubierto y expulsado, Clodio fue sometido a un proceso como sacrílego, si bien logró ser absuelto porque el pueblo se declaró en su favor, y por la venalidad de los jueces. César, no obstante, repudio a Pompeya, e intimado a formular sus cargos contra Clodio, contestó que nada sabía. Entonces le preguntaron qué motivos le impulsaron a repudiar a su mujer, y el ofendido esposo contestó: "La mujer de César no sólo ha de ser buena, sino que también ha de parecerlo
Terminado el tiempo de su pretura, César fue destinado por suerte para el gobierno de la España Ulterior, y aunque sus acreedores se opusieron a su partida, pudo salir para la península después que Craso, el hombre más opulento de Roma, salió fiador de César y se obligó a pagar a los que se negaban a concederle plazos, dando una fianza que ascendía a 830 talentos (3.216.240 pesetas). Al atravesar los Alpes, llegó a una pequeña aldea cuyos habitantes, sumidos en la más extremada miseria, hirieron en tales términos la vista de los romanos, que algunos amigos de César le dijeron en tono satírico: "Sería bueno averiguar si en esta aldea se solicitan con anhelo los cargos, y si los primeros puestos excitan rivalidad y grandes disputas." A lo que respondió César en actitud grave: "Mejor quisiera ser el primero entre estos pobres bárbaros que el segundo en Roma." La primera vez que César vino a la península en calidad de cuestor, vertió lágrimas ante un busto de Alejandro Magno que adornaba el templo de Hércules en Cádiz, diciendo a los que le preguntaron la causa de su aflicción: "¿Creéis que no son justas mis lágrimas, cuando considero que Alejandro a mi edad había sometido tantos pueblos, y que yo no he hecho todavía nada memorable?" Al pisar de nuevo el suelo hispano, ya como pretor de la región citada, conocía César, por su visita anterior, las costumbres y leyes de los pueblos de la península. Gozaba a la sazón ésta de gran tranquilidad; pero como el pretor necesitaba gloria militar y riquezas, marchó con 15.000 hombres hacia el monte Herminio, hoy sierra de la Estrella, y acuchilló a los habitantes que se negaron a establecerse en el llano, y alcanzando en la fuga a los demás que con sus familias y ganados huían hacia Galicia, mató a cuantos pudo hallar, mostrándose violento y cruel en demasía, si bien no dejó de experimentar algún contratiempo. Al mando de una pequeña escuadra recorrió las costas de Galicia, tocando en el Golfo de Betanzos y desembarcando en el puerto de la Coruña. Los habitantes de aquellas regiones, que veían por primera vez a los romanos, se sometieron sin oponer resistencia, y César, que había dominado enteramente la Lusitania, y a los que los historiadores romanos llaman galacios lucenses, regresó a Italia con oro abundante para satisfacer sus deudas y comprar partidarios. Justo es declarar, sin embargo, que prestó a España servicios realmente útiles, entre ellos el de dar una ley favorable al comercio y a la agricultura, cuyo preámbulo escribió él mismo con mucha elegancia. A su regreso a Italia renunció César a los honores del triunfo, y alcanzó, por el crédito de Pompeyo y Craso, el consulado, y estos tres famosos hombres formaron entonces una especie de asociación para dominar a la República. Esto es lo que en la historia se conoce con el nombre de primer triunvirato.
TEORIA DE DOLO Y CULPOSO
delitos y represión; compensación. Derecho penal, fundamentado en la ley del talión para lesiones graves y tarifas de “composición” para lesiones de menor importancia, con la diferencia entre el dolo y la culpa en materia de incendio y agravamiento de penas para ciertos delitos que afectaban el interés público, como son el testimonio falso o la corrupción judicial.
La culpabilidad es la situación en que se encuentra una persona imputable y
responsable a quién el juez declara merecedor de una pena. Es un relación de
causalidad ética y psicológica entre un sujeto y su conducta. La culpabilidad
tiene dos formas : el dolo y la culpa. La primera es intensión , la segunda,
negligencia. Ambas tienen por fundamento la voluntad del sujeto activo. Sin
intensión o sin negligencia no hay culpabilidad, y sin ésta, no hay delito, por ser
aquella elemento de ésta. Para ejemplificar tenemos :
1. Matar a una persona con un disparo de arma de fuego.
2. Atropellar a un peatón y causarle la muerte
3. Un "knock out" mortal en el boxeo
En el primer caso se actúa con conocimiento y voluntad, esto es, con :
"intensión", la conducta es dolosa. En el segundo caso, es imprudencia, la
conducta es culposa. En el tercer caso la causa escapa al control del autor, la
conducta se debe a un caso fortuito. Por eso la culpabilidad es una "situación".
Aunque una persona mato a otro, no se puede considerar sus conductas iguales
en los tres casos.
El Dolo
Es la producción de un resultado típicamente antijurídico, con consciencia de
que se quebranta el deber, con conocimiento de las circunstancias del hecho y
el curso esencial de la relación de causalidad existente entre la manifestación
humana y el cambio del mundo exterior, y con voluntad de realizar la acción y
con representación del resultado que se quiere.
TEORÍAS : de la voluntad, de la representación y del asentimiento
TEORÍA DE LA VOLUNTAD. Si el delincuente se propone, activa u omisivamente, un
cambio en el mundo exterior, la esencia del dolo radicaría en la voluntad. Lo
específicamente doloso, consistiría en la decisión voluntaria del sujeto activo
(CARRARA, von HIPPEL).
TEORÍA DE LA REPRESENTACIÓN. La esencia del dolo no solo consiste en la voluntad
del acto, sino sobre todo, en la "representación mental" del resultado que el
sujeto activo se propone alcanzar y que no le hace desistir de su acción
delictiva (von LIZST).
TEORÍA DEL ASENTIMIENTO. Lo importante no es la representación, mental del
resultado, sino la conformidad que el sujeto activo presta a ese resultado. Se
parece a la teoría de la voluntad, aunque más amplia (BELING).
Elementos Intelectuales Del Dolo : Conocimiento de la Ilicitud y anti juridicidad de
la conducta
Conocimiento De La Ilicitud. No exige un saber jurídico, basta que el
sujeto sepa, en el momento de ejecución, que su conducta es contraria al
Derecho. No es preciso que conozca que su conducta esté conminada con
pena criminal. Sigue la Teoría del Dolo (la consciencia de anti juridicidad
pertenece al dolo) y no la Teoría de la Culpabilidad (la consciencia de la
anti juridicidad se sitúa fuera del dolo, como elemento autónomo de la
culpabilidad, básico para formular el juicio de reproche).
Anti juridicidad De La Conducta. Basta que el sujeto activo sepa que su
conducta antijurídica está sancionada con una pena de carácter criminal. No
tiene que conocer el ordenamiento jurídico, porque si fuera así, sólo los
abogados cometerían delitos dolosos. Además debe conocer el curso causal,
para eso bastará que su acción que realiza o el medio que utiliza,
normalmente provoca el resultado de que se trate. No es exigible un
conocimiento exacto y detallado de proceso causal.
Elemento Volitivo Del Dolo : "el querer".
El "querer" es el deseo de llevar a la realidad el resultado planeado (sigue la
Teoría de la Voluntad del Dolo). El autor ha de querer la realización de la
conducta típica cuya significación antijurídica realmente conoce.
Clases: directo, indirecto, eventual, inicial, concomitante, sucesivo
El dolo directo es la concurrencia de la voluntad "querida" y la representación.
Busca expresamente el resultado producido. Prevé como seguro la producción
del resultado típico. Ej., el sujeto activo dispara una arma de fuego contra su
compañero de trabajo, causándole la muerte, porque quería matarlo.
El dolo indirecto (o dolo de consecuencias innecesarias o dolo directo en
segundo grado) es aquel en que el sujeto activo desea el resultado pero no se
representa las consecuencias dañosas que necesariamente podrían producirse
sobre terceros. Ej., atentado a jefe de Estado en desfile.
El dolo eventual es la voluntad que acepta el resultado criminal representado en
la mente del sujeto sólo como posible. Acepta como posible la realización del
resultado típico. No busca expresamente el resultado. Ej., un taxista que
conduce a alta velocidad admite la posibilidad de atropellar a alguien, y
efectivamente lesiona a peatón. No persigue el resultado ni es segura su
producción, pero es aceptado como posibilidad.
El dolo inicial, es el que existe hasta antes del acto. El dolo concomitante es
aquel que existe luego del acto. Ej., saña sobre el moribundo. El dolo sucesivo
es aquel que se da luego del resultado. Ej., descuartizar al cadáver.
El Dolo En El Código Penal Boliviano (Art.- 14)
"Actúa dolosamente el que realiza un hecho previsto en un tipo penal con
conocimiento y voluntad. Para ello es suficiente que el autor considere
seriamente posible su realización y acepte esta posibilidad ". Sigue la Teoría de
la Voluntad.
Culpa
Es la producción de un resultado típico y antijurídico, previsible y evitable, a
consecuencia de haber desatendido un deber de cuidado que le era exigible. El
CP boliviano sigue esta concepción normativa. Las características de la culpa
son : la ausencia de dolo, y la infracción de un deber de cuidado.
Teorías : clásica, positivista y psicoanalítica
La escuela clásica (CARRARA) dice que la culpa es la violación de las leyes del
deber de prever. Es la teoría más aceptada. La escuela positiva, dice que la
culpa radica en la responsabilidad social del individuo. La teoría psicoanalítica
dice que la culpa es el querer inconsciente. Ej., madre que aplastó a su bebé
durante el sueño, inconscientemente quería matarlo.
Clases : consciente, inconsciente, o, con o sin representación
La culpa consciente (o con representación) es aquél en que el resultado es
previsto pero no deseado por el sujeto activo (En el dolo eventual el resultado
es aceptado). Hay ligereza de que el tipo no se realizará. La culpa inconsciente
(o sin representación) es aquella en que el resultado no ha sido previsto ni ha
sido querido. Ej., sujeto que fuma en surtidor de gasolina , y, provoca un
incendio.
Por la intensidad, se distingue entre : la culpa lata que es aquella en que el
resultado dañoso podría haberse previsto por cualquier persona, es decir por la
generalidad de las personas ; la culpa leve que es aquella Leen que el resultado
hubiera sido previsto por persona diligente. Y la culpa levísima es aquella en
que el resultado hubiera sido prevista por persona diligentísima. Colinda con el
caso fortuito.
2.DERECHOS REALES SOBRE LA COSA AJENA
Los derechos reales pueden ser de dos clases: derechos reales sobre cosa propia (iura in re) y derechos reales sobre cosa ajena (iura in re aliena), que en resumen son los derechos que se ejercitan sobre cosas pertenecientes a personas distintas del titular, razón por la cual se denominan derechos reales sobre cosa ajena.24 Entre estos iura in re aliena se cuentan las servidumbres, el enfiteusis y la superficie.
2.1.Esquema general, características de las servidumbres reales
El vocablo servidumbre proviene de servus que tiene su equivalente en la voz latina servitus misma que indica una relación de sumisión, una restricción a la libertad. Aplicado el término a los derechos reales, se entiende por servidumbre el derecho sobre la cosa ajena constituido sobre un fundo y en ventaja de otro, o sobre cualquier cosa corporal y en ventaja de una persona.
Para el derecho clásico, servidumbre era la sujeción jurídica permanente de un fundo para proporcionar determinado beneficio a otro fundo ajeno, constituido de una vez por los respectivos propietarios.
En el derecho justinianeo, la categoría de servidumbre se alarga con la inclusión de las equivocadamente designadas servidumbres legales que son, límites legales del dominio, y de los antiguos derechos de usufructo, uso, habitación y operae servorum.
Son derechos reales sobre cosa ajena consistentes en una sujeción jurídica permanente de un fundo en provecho o beneficio de otro. Derechos, por lo tanto, transmisibles, en su aspecto activo y pasivo, a los sucesivos propietarios del fundo dominante y del sirviente, respectivamente, como cualidades inherentes e inseparables de los fundos.
Las servidumbres reales o prediales, tienen las siguientes características: establecidas para una objetiva y permanente utilidad de un fundo vecino, con calidad de perpetuas y solo tienen como objeto inmuebles. Se consideraban inherentes a los predios y de ellos inseparables, de modo, que una vez constituidas, si no había una causa legal de extinción, subsistían independientemente de la sucesión de diversas personas en la propiedad de los fundos.
Las servidumbres, debían ser; útiles, inalienables, indivisibles, de causa perpetua, posibles y perpetuas.
2.2.Su constitución y extinción
Con fundamento en el ius civile las servidumbres deben ser constituidas por:
a) Ciudadanos romanos
b) Sobre ager romanus, es decir, sobre fundos itálicos, y
c) Por medios idóneos.
Además de los modos de constitución de servidumbres conceptualizados por el ius civile, el pretor admitió otros, especialmente en el caso de los fundos provinciales, reconociéndose así las servidumbres establecidas con pactos y estipulaciones, es decir, con el acuerdo de voluntades en la forma de estipulaciones.
Desaparecidas la mancipatio y la in iure cessio, al desaparecer la distinción entre fundos itálicos y fundos provinciales, la stipulatio queda como modo general de constitución de las servidumbres
.
Reconocidas por el derecho justinianeo las posesiones de derechos, la traditio sirve para constituir servidumbres, misma que se concreta con tolerar el dueño el ejercicio de la servidumbre y con su intención de concederla.
La servidumbre predial, como ya se mencionó, tenía carácter perpetuo, pero, podía extinguirse por ciertos hechos sobrevinientes, tales como:
a) Confusión, cuando ambos fundos llegaran a encontrarse bajo el cominium de una misma persona.
b) Por renuncia, concentrada en la abstención de defensa frente a una acción negatoria.
c) Por el non usus, aún cuando el ius civile no admite que un derecho se pueda perder por no haberlo ejercitado.
BIBLIOGRAFÍA
Arguello, Luis Rodolfo. Manual de Derecho Romano, Historia e Instituciones, Editorial Astrea; 3ra. Edición corregida, Buenos Aires, 1993.
Padilla Sahagún, Gumersindo. Derecho Romano, Tercera edición. Editorial Mac Graw Hill. México 2004.
Petit, Eugéne, Tratado elemental de Derecho Romano, Editorial Porrúa, México 1995.
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